Humo
Quisiera ser humo.
Ese que sale de tu boca, blanco inmaculado, que pierde su pureza cuando roza tus labios.
Que se arrastra sin quererlo, saliendo y acariciando el aire, volando y llenándolo todo con su fuerte aroma. Quisiera ser humo.
Ese que te invade y te roza la piel, ese que te da calor y te descoloca.
Que más da ya la opinión del machacado pueblo, que repite con balbuceos inteligibles, al ritmo del paso que marcan las cadenas aferradas a sus piernas.
Quiero ser humo.
Para no tener que pensar en eso, ni en nada.
Para sacarte las sonrisas y hacerte reír hasta que sientas dolor.
Y que más da lo que opine el mundo, si aquí sólo estamos tu y yo.
Que no importa ni la hora ni las sombras de la preocupación.
Que aquí todo se guarda y se acumula, como el humo, sobre el colchón.
Cerraré de nuevo los ojos, mientras estiras tu cuello exhalando, y suena nuestra canción.
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