Silencio

El silencio es algo recurrente en mi mente desde hace tiempo. Ya hablé alguna vez sobre ello, pero lo cierto es que no lo recuerdo. 

Silencio como tal no existe, es indescriptible, imposible para todos los seres humanos, para toda esencia de vida, porque la vida fluye, la vida suena. Nuestros latidos, nuestra respiración... 

Así que solo aspiramos a un silencio imperfecto, tanto como nosotros mismos. Quizá sea, en parte, para escuchar lo que aveces no tiene sonido, para escuchar nuestro interior y nuestros más profundos abismos.

Madrugar, por placer, es extraño para muchos. Pero, solo así, se tienen unas breves horas donde solo el murmullo del viento y de las sábanas te acompaña. Descansar la mente, descansar del ajetreo del destino, del tiempo, del barullo, de la vida. 

Me gusta rodearme de esa gente que encuentra paz en los silencios, y no algo incómodo. Exprésate por una vez sin palabras, demuestra lo que sientes, lo que piensas con acciones, con miradas. No habrá nada más auténtico. 

Conexión, reflexión, unión. 

El  silencio absoluto es lo perfecto e inalcanzable, como ser la mejor, como ser perfecta y de alguna manera superior. Quiero seguir siendo pequeña, entendiendo que la vida no es sencilla, que la vida te jode y te vapulea a placer, sin un mínimo de compasión. Que a pesar de ello te enseña, te castiga y te premia. 

Una sabia frase reza así: ''Quien mira hacia dentro, despierta'' C.G.J. 

Despertemos, vivamos, tentemos a la suerte, recemos a la nada y creamos que todo es posible. Si solo podemos oír en nuestra mente nuestros pensamientos es que lo demás es silencio, es la pieza, es la clave, o la llave. Escuchemos. Seamos imperfectos, pero no ignorantes.  

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