Buenos días

Hoy me he dado cuenta de que esté donde esté, sea como sea, esté con quien esté, el mundo sea como sea, una de las cosas que deseo para poder seguir siendo feliz es, tener una ventana al cielo. 

Porque me alegra el día ver imágenes como esta que os he sacado, para que veáis como comienza un día hermoso. Porque sin ver esto, aunque sea solo unos pocos días al año, yo no podría vivir. Atardeceres y amaneceres que tiñen el cielo, que nos dejan ver que así puede ser todo. Abrimos los ojos por la mañana y si nuestros primeros pensamientos son motivadores y bonitos, puede asemejar un amanecer como este. Sé que esto parece psicología barata, pero no lo es. Tan solo es la verdad para los soñadores. Porque el mundo, la sociedad, nuestras vidas pueden ser horribles, inútiles, crueles, odiosas; así como maravillosas, felices, bonitas... Pero gran parte de eso, siento decirte, que solo depende de ti. Los malos momentos no desaparecen, pero tampoco permanecen, al menos si tu no quieres. ¡Sonríe maldita sea! Tengas la edad que tengas, seas de donde seas... La vida es lo único que tienes, hazla feliz como si esa fuera tu única meta. Haz que en tus días brille el sol aunque se encuentre escondido entre las más oscuras nubes. 

Hoy mira todo lo que tienes y te rodea, sé curioso o curiosa, no te limites a la rutina. Haz sonreír a quien te rodea, bésalos si corresponde, pregúntales que tal les va, hazlos a ellos o ellas tener también una buena sensación. Todo es una cadena, y así, es como comienza el líder de una. 

Y cuando cierres los ojos a la noche, y tu atardecer se estremezca, será tan solo el final de un buen comienzo, para volver a comenzar mañana, con ese hambre de mundo. 

Es importante mirar al cielo, y aunque no es lo único porque no siempre podrá inspirarnos algo, sigo queriendo esa ventana a él, para madrugar y despertarme sonriendo. ¡Que tengáis buen día!