Nadie escucha







''Todo está dicho, pero como siempre, nadie escucha''.  André Gide



Nadie escucha porque a nadie le conviene. A los que tienen algo que decir, si hablan, no se les escuchan; si gritan, son ignorados. Aquellos que deben oír, solo oyen para saber qué decir cuando tienen que calmar a alguien, su practica es teórica y la teórica nunca es otra que la que fomenta lo que solo se dice en su interior. Y quizá es lo triste. Que a lo largo de los años este estúpido ser humano no encuentre una manera de no ser. De cambiar y de avanzar, de prosperar, de intentar no desaparecer. Porque cada palabra es un relieve de lo absurdo, cada discurso vence la estupidez. Porque no es uno, ni dos, ni tres. Es la inmensa mayoría. Que te dice como debes y no debes ser. Si te centras en el resto puedes dedicar tu tiempo a reivindicar lo que a tu parecer es incorrecto, pero se te olvida que tus bases quizá no sean perfectas. Y nada será nunca perfecto, porque he ahí la emoción o el misterio de la vida, continuar con cada aliento, buscando, encontrando, creciendo. Quizá estemos demasiado perdidos en lo ajeno, y cuando intentemos mirarnos en el espejo ya no estemos. Porque todo pasa volando, y más el tiempo. Ese vuela, corre, nada, siempre avanza. No le valen los malos momentos, nunca para. Nos da ejemplo. Él no es eterno, muere a cada instante para nacer de nuevo. Por lo que incluso él esta condicionado por su ser mismo, y nosotros solo le hemos dado nombre y apellidos para controlarlo, y tener a alguién a quien echar la culpa de nuestra finitud. Se supone que todo está dicho, los que escuchan porque escuchan, y los que no, porque no lo hacen. Y es que en este mundo ni los ángeles no son como los pintan, literalmente, ya que sus hermosos semblantes en la mente de todo humano que haya oído hablar de ellos, únicamente se imagina a un ser hermoso y glorioso, que forma parte de lo que cree o no. Pero no es así, porque cada uno tenemos un concepto diferente de belleza, a lo que a uno le parecen seres bellos a otro la mayor hez. Y todo es así, o en el fondo o no tan fondo. En nosotros o en los demás. Cada uno ve, oye, huele, siente, cree y padece lo que quiere. Pedimos y pedimos libertad, y solamente quizá, seamos nosotros los primeros que tengamos esa llave para conseguirla. Mientras tanto, sigamos hablando; aunque todo esté dicho, y como siempre, nadie escuche.




(Fotografía de Natalia Aguado, Irreberente)

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