Ella, mi estrella








Nunca olvidaré mi pasado con ella, parece una eternidad la que ha pasado desde que abrí los ojos para verla por primera vez. La lluvia no ha parado, ni terminará de caer. Como el dolor que había en mi alma, ese que jamás cesó hasta encontrarla.

Lo daba más que terminado, incluso perdido. Muchos veranos y ninguno como este han sido. Porque vuelan, empiezan y acaban con tan solo un suspiro. Y acepté la derrota en la lucha por mis sueños y mis más profundos e irracionables deseos.

Pero las cuerdas de la guitarra empezaron a sonar bajo el roce de mis dedos. La voz brotó de lo más hondo, despertando a todo dormido, iluminando  cada rincón oscurecido, enseñando el camino al perdido y levantando al caído.

El pedal comenzó a dejarse notar,  iniciando el ritmo olvidado, marcando el paso de aquel corazón que ahora suena entusiasmado y agitado. La piel de gallina, la sangre de nuevo en mis venas y ese brillo en los ojos que solo tenía por ella.

Parece tarde, el sol cae y la lluvia no cesa, parece bajar de las estrellas. Ya recuerdo como la rezaba, dejando salir de mi mis oraciones, encontrando de nuevo mi amor, mi musa, mi fuerza, a ella.

Retumba el sonido por el suelo y las paredes. El batería ya no se pierde y las guitarras afinadas como mejor se puede. Comienza una nueva época. La época de ser valiente. Querida música, solo te pido que me despiertes cuando termine septiembre y que ahora que has vuelto nunca me dejes.






Comentarios

Entradas populares