Timidez







Surgió poco a poco la semilla distraída, cobijándose bajo la tierra. Brotó bajo la protección de un gran árbol anciano pero fuerte.Cuando la pequeña planta asomó su frágil cuerpecito parecía que en cualquier momento iba a romperse o a ser devorado por cualquier animal del bosque, pero el árbol se encargó como una salvaguarda de mantener aquel nuevo ser intacto. Poco a poco fueron creciendo. La pequeña planta se alimentaba con el árbol, juntos compartían el silencio y el breve movimiento en el tiempo, una compañía duradera, que a simple vista nadie podía apreciar. El invierno fue duro. La corteza del árbol protegía a la planta de las fuertes lluvias y del viento. Ella parecía haber enfermado. 
Luego llegó la ansiada primavera. La planta se alzó y de manera tímida, las flores comenzaron a surgir y a ascender por el tronco de árbol. Ambos hacían una pareja extraña, una pareja hermosa y casual, que podría estar junta para la eternidad. 

Quizá la historia es demasiado surrealista, pero mientras los admiro e inmortalizo me gusta pensar que fue así. Que la naturaleza y el destino, en ocasiones se juntan, y crean a partir de lo sencillo, lo más bonito. Los detalles están en cada cosa, en cada acción o silencio, en cada persona o animal, solo hay que apreciarlos y valorarlos. Ese es uno de los secretos a voces que tiene nuestra vida.



Fotografía de: Natalia Irreberente.

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