Aprender









Mucho antes de poder hablar, debes escuchar, para poder saber qué decir. Antes de caminar debes decidir hacia donde desplazarte, y que tenga un sentido o un objetivo, aunque sea solo por el hecho de caminar. Antes de hacer tantas cosas debes  tener en cuenta muchos factores, saber ciertas cosas de la vida, una mezcla de datos prácticos que nadie mas que tu propia experiencia puede enseñarte, y ya luego lo que hayas podido oír por ahí que serían los teóricos. Por que por mucho que te cuenten su vida algunas personas, te aconsejen o te intenten prevenir o guiar, no es comparable el camino. Cada uno puede afrontar las cosas de mil y una maneras diferentes. Quizá sirva más si te cogen de la mano, te miran a los ojos y en silencio te dicen que salgan como salgan las cosas, va a estar ahí. 
Son muy cortas, pero también muy largas nuestras vidas. Podemos pasar por cosas parecidas, o estar en una misma etapa, o ser de la misma edad, vivir en el mismo lugar, ser familia. Pero jamás, nuestra vida va a ser exacta a la de ninguna otra persona. Lo que mayormente nos diferencia es el pensamiento. Y no hay dos personas que piensen exactamente igual. 

Bien, encuentro agradable, satisfactorio, increíble a la vez que extraño, cuando a lo largo de la vida encuentras a una persona que no te deja hundirte, que te acompaña, que va contigo como metafóricamente dije `de la mano´para hacerte el camino llevadero, para compartir los buenos y los malos momentos. Es imposible en nuestra sociedad no relacionarnos. Ahora mismo estás leyendo lo que pienso y estoy o estuve escribiendo, puedes comprenderme o no. Pero conoces algo que he dejado que conozcas. Y en eso se basan nuestras relaciones sociales, en dejar ver una parte de nosotros, en ser nosotros y nuestra adaptación al lugar en el que estemos, cada día, con cada persona. 

Y duramos poco. Las vidas humanas se encienden y se apagan constantemente, como la luz intermitente de un coche. ¿Por qué no ser un poco mejores con los demás? ¿Por qué no ser tan egoístas y mirar un poco por los que tenemos alrededor? ¿Por qué no abrir la mente a toda posibilidad?

Quizá un día encontremos más de lo que pensábamos que podríamos encontrar estando incluso sentados. Quizá el mundo no sea tan perfecto o imperfecto. Pero no debe haber persona que entre las tantas otras se sienta sola. Como todo en esta vida, se basa en aprender. Quizá muchas veces todo lo bueno comience, tan solo, con una sonrisa. 



(Foto: Alba Ortega García)

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