Agrios sueños






<< Como un animal abatido por una lluvia de balas, estaba en el suelo, donde la tierra se mezclaba con su sangre y sus lágrimas. Las  raíces, ahora con vida propia, ascendían de las profundidades más desconocidas para encaramarse en la piel aun sana, y estrangularla. Intentaba gritar pero la profundidad del corte que tenía de lado a lado en el cuello lo hacía imposible. Ya no sentía las piernas, y tampoco las manos con las que intentaba hacer tapón la incontables fugas de su cuerpo. Solo sentía su corazón, palpitando y enviando sangre hacía el exterior. Su cabeza ya no podía obedecer a la necesidad de control. Pero tampoco serviría. Se iba lentamente hacía la muerte. 
Los pasos se acercaban. Veía unas botas pero no quien las llevaba. Aunque lo sabía. Intuyó un movimiento de impulso y cerró los ojos. Aquello había acabado. El acero más  helado que jamás había sentido abrió su pecho y acabó con todo lo vivo que quedaba entre los desechos que habían quedado de su ser. Sonido de huesos, olor a sangre, sabor a muerte.>>

Se sobresaltó en la cama, he hizo incorporarse a quien dormía a su lado.
-¿Estás bien? ¿Una pesadilla?- 
-Para nada.- Se aferró al collar de su cuello, pensó en la próxima persona, cerró los ojos y el sueño volvió a comenzar.

<<-Corre todo lo que quieras Ya sabes el final.>>



(Foto: Ismael Ortega)


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