Aprendiz contra maestro

En tus labios la amargura de la mentira. Procuras curar mi piel con tu piel, pero los latigazos cada vez son mayores. Ya no sanan con tus besos. Y con el paso de los años toda flor marchitó, toda mariposa murió.

Tu recurso fue decir que la culpa la tenía yo. Que no entendías como podía ser así. Pero no era yo los pétalos de la flor,y tampoco las espinas. Duelen tus palabras como si  pisara cristales rotos. Aunque según tu no me debía importar, y ahora no me importa, pero lo hace.

 Me llamas cruel. Pero todo lo que hago ya lo hiciste tu alguna vez. Me enseñaste que los sentimientos contigo no valen. Y lo extraño es que luego te has permitido sentir dolor.

Llámame mala si te place. Sería el mejor cumplido en mucho tiempo. Eso de susurrar palabras bonitas se acabó. Y con el paso de los años nuestro jardín se secó, y todo pájaro enmudeció.

Decidiré mañana irme por donde un día vine. No a mi pasado, sino a mi futuro. Crecerán nuevas flores de entre las cenizas que queden tras el fuego que encendiste. Primero era pasión, luego era la más viva de las furias. Aprendiz contra maestro.

De todos modos, si tengo que marchitar, me volveré viento. Y ahogarás en mi ausencia. La mala se va. El veneno que creaste se disipará. Y como te conozco sé que no durarás. Me enseñaste lo que sé. Con la salvedad de que yo aprendí mucho más. Aprendí de ti a quemarlo todo, y nació de mi reconstruir de la nada lo más bello.

(Foto: Ismael Ortega)