Bye bye



<< - La cena está deliciosa.
- Lo sé.- Digo al tiempo que me llevo un trozo de jamón a la boca. 
- Te noto bastante relajada.
- Lo estoy- Voy a arrepentirme de comer tanto, maldición.
- ¿No te da pena que me vaya?
- Pena no es la palabra, cariño.- Las gambas me miran delicadamente colocadas sobre la fuente.
- No comprendo este desprecio.
- No es un desprecio tesoro, intenta disfrutar de la cena.- Como siga llenando mi plato voy a lamentarlo. 
- ¿No es un desprecio? Pues entonces dime qué es esto. 
- Es nuestra cena de despedida, por supuesto. 
- No quiero que me dejes. No quiero salir de tu vida.
- Sabes que no tengo elección.- Digo  antes de dar un pequeño sorbo a la copa de vino en la que    dejo la mancha de pintalabios rojo, que después limpio con la servilleta.
- Eres mala.
- Lo sé.- Río descaradamente por los pensamientos que me invaden.
- Has ido contando los días que te faltaban para librarte de mi y no esperaste menos que desde el primer día. Matando cada día con una cruz sin importarte lo más mínimo como podría sentirme yo.
- Después de tanto tiempo no hemos podido conocer a fondo. ¿Verdad?
- Eso creía. ¿Por qué lo preguntas de esa manera?
- Solo te centras en ti, en ti y... ¡en ti! 
- No soporto más tu altivez. Me voy.
- Espera, espera querido.- Digo mientras miro el reloj de oro que llevo en la muñeca derecha.- Aún   te quedan unos minutos para disfrutar de mi compañía.
- Cuanto egocentrismo, desdén, orgullo,.. Eres... Eres,,,
- Soy un encanto, y que no se te olvide, ¡estoy preciosa hoy! ¿No crees?- Atuso mi vestido rojo de amichi. Fue amor a primera vista. 
- No me hagas responder...
- Ven conmigo amor.- Me pongo en pie atrayendolo con la mirada y bailamos balanceándonos al son de los cánticos navideños. Lo tengo muy cerca.
- Amor... Como se nota que no me va a tener que aguantar más.
- Bien, tengo que decirte algo.
- Sé breve. Me queda solo un minuto.
- Durante este tiempo has sido mi compañero de viaje, he tenido lo mejor de ti, pero también lo peor. Te amo y te odio por todo ello. 
- Hay otro, ¿es eso?
- Si, es eso.
- ¿Qué tiene él que no tenga yo?- Se me ocurren muchas cosas, pero prefiero no hacer más dura su partida. 
- Tiempo.- Lo beso en los labios llenandolo de pintalabios. Sus lágrimas me desorientan por un instante en el que recuerdo cada momento juntos. Abro la puerta de casa y lo dejo salir. Justo en ese momento llega el nuevo. Me reprocha con la mirada que sea mayor que el. Saludo al quinceañero.     Con sonrisa picarona lo encamino hasta el sofá. Me trae un racimo de uvas. Con las que celebro su     llegada, en un extraño ritual. 
- Lo he pasado bastante mal en mi anterior relación así que espero que...
-Shhh...-  Y nos fundimos en un dulce beso con sabor a turrón. >>


                                                               Adiós 2014, hola 2015


¡Feliz año a todos!


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