Piedras del camino






Te conocí tras una de mis más extrañas etapas. Eso al menos lo recuerdo. Fue importante e inmejorable, porque estabas allí. Andamos a la par durante mucho tiempo como conocidos, compañeros y finalmente amigos. Tomamos un camino diferente donde el suelo terminaba y el destino era volar, una oportunidad para tener algo más. Pero te echaste atrás en el último segundo y fui yo la que caí. Caí a un abismo del que me costó salir. Aprendí a volar, puse todo mi empeño en mejorar, en crear unas alas invisibles que me devolvieran a mi lugar. No te voy a culpar. Tu derecho tenías a asustarte ante la inmensidad.
Más tarde llegué a  un nuevo camino, el camino del guerrero, mi camino. Mi destino incierto tomaba forma. Nos topamos así un día casi por casualidad, viniste a pedir disculpas. Cierto era que no me importaba. Pero... ¿Qué decir? ¿Qué de ti ya pasaba? Imagine un día tanto contigo que me cuesta decirte adiós. Por eso me planteo si cogerte de la mano y llevarte conmigo por un mundo difícil y diferente; o sonreírte y mientras despego desearte , a donde vallas, buena suerte.



Comentarios

Entradas populares