Destrozado y acabado

Dime donde dejaste mi voz. Has aparecido y ya no recuerdo como hablar.

Dime donde dejaste mi cabeza. Has estado y ya no puedo pensar con claridad.

Dime donde dejaste mi corazón. Has vuelto a irte y no se donde te lo has llevado.

Desordenaste cada rincón de mi ser. 

Mis entrañas piden, exigen tu presencia junto a mi. 

Bajo suspiros guardo sentimientos que no deben, no pueden salir.

 Como siempre vienes, te vas. 

A mi solo me queda la dura y ardua tarea de aceptarlo. 

Dime tan solo, si algún día realmente, en lo que yo siento has pensado.

Me has dejado sola, atada de pies y manos. 

Podías volver, tan solo para remendar lo que con tus garras has destrozado.

Luego puedes irte, olvidando lo amado.

Ya he tenido suficiente tiempo para asimilarlo.

(Foto: Igor Cobo.)