Sueños, recuerdos y realidad.

Una furia que se congregaba en su pecho a medida que comprobaba la verdadera realidad oculta bajo el telón, y que se expandía por su brazo izquierdo como la ponzoña, provoco que estrellara su mano contra lo primero que vio: la pared de color coral.
Aquello no era nuevo, lo sabia. Pero aún así, la dolió comprobar que en la vida hay cosas que no cambian. Mientras se frotaba los nudillos se tiro en la cama y un profundo sueño la invadió.

<< Estaba en la mesa de la cocina, trasteando con el tapete de jugar a las cartas. Los picos estaban chamuscados por los cigarrillos y las cartas desperdigadas por doquier. Cuan feliz era al revivir aquellos momentos que tanto echaba de menos. Aunque solo fuera en un sueño.
-¡Nena! Baja las cartas...- 
Y con cuidado enrollo el tapete y agrupo las cartas mientras bajaba corriendo las siete escaleras hasta el merendero. La radio semicilíndrica que descansaba en un bordillo sintonizaba kiss FM. El baso de té con un plato blanco por abajo y otro por arriba ya estaba sobre la mesa, junto al cenicero y un bolígrafo y una libreta.
Se sentó de cabecilla en la mesa, mientras la otra persona preparaba los accesorios del juego. Esa persona reposaba en aquella silla con su bata de color verde y los mismos agujeros que el pobre tapete de las cartas. Mientras expulsaba el humo del cigarrillo la sonreía y juntas reían. 
- ¿Qué te pasa niña?-
- Nada.
- Venga anda 
- Son tonterías estamos muy bien aquí.
- Si que lo estabamos eh...
-Lo echo tanto de menos, él lo echa de menos, todos te echan de menos...
-Yo también a vosotros...
-¿Viste lo que escribí sobre ti?
-¡Si! Me gusto mucho
- Gracias
Todo parecía seguir igual que en mis recuerdos salvo por el echo de que mi conciencia sabia perfectamente que todo era irreal. Ella me observaba y mientras la oía reír y hablar, tendida sobre mi cama me encontraba llorando. Me levante y abrí la ventana involuntariamente, me tire en el suelo.
- Corre coge un poco de helado de la cocina-
- No
- Venga
- No me quiero separar de ti
- Lo se, pero entiende que nunca volveremos a estar juntas, se que te acuerdas de mi, leo cada cosa que escribes y te cuido lo mejor que puedo, él te lo ha dicho ``soy tu ángel´´...
- Pero...
-Pero nada, estoy orgullosa de ti, y no quiero que nadie te haga daño, llévame siempre en tu corazón y sigue por donde creas conveniente, vas a ser una gran persona, y yo estaré a tu lado. Te lo prometo. Ahora descansa que mañana hay que madrugar. >>

Y mientras reía, su voz se apagaba, el olor a tabaco iba disminuyendo, y la música de la radio fue de sus sentidos lo ultimo que la quedo antes de despertar completamente. Estaba en el suelo, con la camiseta empapada en lagrimas y el corazón desbocado. La mano le ardía y sentía la cabeza a punto de estallar. Se lavo la cara, cerro la ventana y se metió en la cama para poder tranquilizarse. 
La mezcla entre los sueños y la realidad que sufría era lo que más la costaba asimilar, nadie sabia lo que sufría cuando aquello ocurría, porque no controlaba el momento en el que quería seguir soñando o despertarse y dejar los sueños. Sin mencionar cuando se levantaba y hacía cosas de las que no se daba ni cuenta.
Pero había estado con ella, hacia unos segundos, y ya no recordaba su voz, solo su risa, su olor a tabaco y el tacto del tapete.
La echaba de menos y solo quería hacerla feliz. Quizá tenia razón y debía dejarse llevar. La gustaba su vida tal y como estaba, podía ser mejor, pero con lo que tenia se conformaba. Nadie iba a controlarla, eso lo tenia claro y viviría a partir de ese día sin ponerse escusas, sin tener que disculparse. Seguiría toda las noches esperando a encontrarse con recuerdos que mezclaran su realidad y la hicieran la persona que quería ser y sin mas poder cumplir sus sueños. Ahora la era indiferente todo lo demás salvo lo que realmente merecía la pena.
A esas horas de la madrugada la llegó una llamada inesperada, era él. El que hacia mucho que no veía y que jamás imaginaba que la llamara. Como siempre, llamando a altas horas de la madrugada. Y tras dos horas hablando, durmió con una sonrisa en los labios y no soñó mas hasta el día siguiente.

Comentarios

Entradas populares